En los últimos años ha tomado mayor relevancia la intención de crear conciencia en las personas de todo el mundo, sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía en los senos de la mujer, esto contribuye a aumentar la atención y el apoyo prestado a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, en particular el cáncer de mama ocupa el primer lugar en incidencia de las neoplasias malignas en las mujeres de todo el mundo tanto en países desarrollados como en desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió al cáncer como un proceso de crecimiento y diseminación incontrolable de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.

En México, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres de 25 años y más. Es una enfermedad en la que células proliferan de manera anormal e incontrolada en el tejido mamario. Se puede presentar tanto en las mujeres como en los hombres, aunque el cáncer de mama masculino es muy poco frecuente. Se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida y esta es la razón principal de porque las mujeres deben realizarse una evaluación regularmente de sus senos, por ello la importancia de hacer entender lo importante que es a prevención y la pronta detección de esta enfermedad.

El cáncer de mama o seno, es un tipo de tumor que se crea en las células y estructuras de las glándulas de los tejidos del seno. Este tumor puede ser de dos tipos.

El Carcinoma ductal in situ, es el que se desarrolla dentro de los ductos del seno, hablamos obviamente de los conductos que sirven para trasportar la leche cuando la mujer ha dado a luz. El Carcinoma lobulillar in situ, es cuando el tumor ocurre en un lobulillo del seno (lugar donde se produce la leche materna). Se considera que este tipo de tumor es premaligno, debido a que las mujeres que lo han desarrollado tienen mayor tendencia a desarrollar metástasis, es decir, que el cáncer se extienda por el cuerpo.

Los principales factores de riesgo que deben tomarse en consideración para estar atentos ante este mal son los siguientes:

Ser mujer.
Tener familiar cercano materno con cáncer de mama.
Ser mayor de 40 años.
No haber tenido hijos.
No haber amamantado.
Tener el primer hijo después de los 35 años.
No hay una vida saludable.
Uso frecuente de hormonas femeninas.

Existen varios síntomas por medio de los cuales se puede detectar el cáncer de mama, la mala noticia es que cuando una de estas señales aparece es porque el cáncer ya está algo avanzado en el cuerpo del paciente. Los principales síntomas son los siguientes:

Bulto o nódulo en la mama. Este sería el tumor o malformación celular.
Un gran aumento en los ganglios linfáticos muy cerca de la axila.
Cambios físicos en la mama, por ejemplo, color, tamaño o textura.
Enrojecimiento de la piel, sobre todo cerca de la aureola del pezón.
Formación de depresión o arrugas en la piel.
Secreciones por el pezón.
Descamación del seno.
Dolores o molestias en el seno, parecidos al de una mastitis.
Pérdida de peso.
Hinchazón en los brazos (este es un síntoma infalible para detectar que el tumor es cancerígeno).

La autoexploración consiste en examinar física y visualmente tus senos para conocer cómo son normalmente, (forma, textura y consistencia) lo que permitirá detectar a tiempo posibles anomalías y para ello no hay nada mejor que la autoexploración, pues cualquier cambio si se detecta a tiempo puede salvar la vida.

Es recomendable realizar la autoexploración a partir de los 20 años una vez al mes y realizarlo 10 días después de haber iniciado la menstruación, la mujer que ya no menstrué debe seleccionar 1 día al mes.

Para hacerlo considera hacerlo frente al espejo manteniendo los brazos a los lados, ve la forma y tamaño de tus mamas, observa la piel, textura, temperatura y color. Aprieta suavemente los pezones y ve si sale algún líquido o si sientes alguna anomalía.

En caso de que en alguna autoexploración encuentres algo anormal visites rápidamente al médico para valorar la situación, piensa que hacerlo o no podría significar la diferencia entre vivir o morir.