La influenza y otras complicaciones en invierno

En los últimos días la temperatura descendió abruptamente, los días son más cortos, señal de que comenzó la estación más fría del año, en la que las infecciones respiratorias por virus y bacterias encuentran las condiciones ideales para su desarrollo, así que hay que estar prevenidos ya que estos virus pueden complicarse y ser motivos de hospitalización.
Este año estamos un poco mejor preparados ya que se ha incorporado el hábito del lavado de manos constante, toser y estornudar en el pliegue del brazo y además nos familiarizamos con el uso de cubrebocas.
Sin embargo, siempre existe el riesgo de contagiarse de virus como la influenza, que es una enfermedad aguda y contagiosa de las vías respiratorias, puede producir afectaciones respiratorias graves como la neumonía y bronquitis, si no se atiende a tiempo inclusive puede provocar la muerte.
Puedes contagiarte si estás en contacto directo con personas enfermas de influenza ya que se transmite de persona a persona (el virus entra al organismo por la boca, nariz y ojos), a través de gotitas de saliva que se expulsan al estornudar o toser; también al saludar de mano, beso o abrazo a una persona enferma de una infección respiratoria.
Además, puedes contagiarte al tener contacto con superficies previamente contaminadas por una persona enferma de influenza, como mesas, teclados de computadora, artículos deportivos, manijas, barandales, teléfonos, pañuelos desechables, telas y demás.
Las personas con mayor riesgo de contagiarse de influenza son aquellas que padecen de asma, cáncer, VIH, diabetes mellitus, problemas del corazón, enfermedades que afecten el sistema inmune, niños de 6 meses a 5 años, adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas.
Los síntomas más comunes son fiebre arriba de 38°C, tos y dolor de cabeza, acompañados de uno o más de los siguientes:
• Escurrimiento nasal
• Enrojecimiento nasal
• Congestión nasal
• Dolor de articulaciones
• Dolor muscular
• Decaimiento
• Dolor al tragar
• Dolor de pecho
• Dolor de estómago
• Diarrea
La recomendación para la prevención de la influenza es que te vacunes cada año. El período de vacunación comienza en octubre y se extiende hasta el mes de marzo del año siguiente, es recomendable que lo hagas antes del mes de diciembre, recuerda que en época invernal este tipo de virus toman mayor fuerza debido los cambios fuertes de temperatura.
En caso de que llegues a contagiarte de influenza debes tomar muchos líquidos, permanecer en casa descansando, no automedicarte y solicitar atención médica de inmediato. El médico te dará el tratamiento antiviral específico para la influenza y medicamentos de ayuda para aliviar el resto de los síntomas, no automedicarse es importante para poder proteger nuestra salud y ayudar a eliminar el virus del cuerpo.
Si aún no has sido afectado por este virus evita los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire, abrígate bien todas las partes del cuerpo, evita el contacto con personas que puedan padecer enfermedades respiratorias, come frutas y verduras y ejercítate bien, todo esto te ayudará a mantener fuertes tus defensas.
Otro problema que se presenta en estas fechas por las bajas temperaturas es la intoxicación por monóxido de carbono debido al uso de la calefacción para mantener los ambientes internos a una temperatura agradable. Este es un gas venenoso y altamente tóxico, no tiene color ni olor por eso se le conoce como el “asesino invisible”.
No podemos olvidar la hipotermia, que es el descenso de la temperatura corporal por debajo de los 35°C. Las personas en situación de calle son las más vulnerables ya que, además, no cuentan con un estado nutricional óptimo ni con la ingesta de agua suficiente.
En cualquiera de los sucesos anteriores es importante visitar al médico en caso de contar con malestares o síntomas, abrígate bien y ventila adecuadamente las áreas más reducidas donde pases tiempo.